Redes y adicción o comportamiento adictivo
La adicción a redes se comporta como cualquier dependencia: incapacidad para dejar de utilizarlas, ansiedad, nerviosismo o falta de atención son algunas de las señales de alerta. Un español pasa una media de 3 horas y 40 minutos al día mirando el teléfono móvil, lo que se traduce en 46 días al año mirando una pantalla.
Testimonios: Redes y adicción
De este tiempo, más de la mitad se invierte en redes sociales, que en la mayoría de casos, están programadas para ofrecernos los contenidos que más nos interesan y nos enganchan. Lejos de pasar inadvertido, este tiempo perdido preocupa a cada vez es más personas. Algunos confiesan ser "adictos" a algunas redes como Instagram o Tik Tok, y hay muchos otros que han empezado a ser conscientes y tomar medidas. "Me di cuenta de que no tenía ningún control sobre el tiempo que pasaba en Instagram. Entraba a mirar la hora y me pasaba 20 minutos atrapada de forma automática", ha confesado Yvonne Chilet en Código de Barras.Esta preocupación está creciendo entre los usuarios, y los que sí son capaces de darse cuenta de su consumo excesivo de pantallas y redes sociales, han empezado a tomar medidas. Una de ellas, es desinstalarse las aplicaciones: "Me la desinstalo entre semana porque me quita mucho tiempo", ha contado una oyente del programa. "Yo cuando veo que me paso mucho tiempo, la desinstalo y me la vuelvo a instalar a los dos o tres días", ha confesado otro de ellos. Marian García, psicóloga clínica y directora del centro de adicciones y desintoxicación Orbium, ha asegurado que esta adicción está cada vez más presente y que se comporta como cualquier otra dependencia: "Hay un paralelismo en cuanto a las zonas cerebrales afectadas y la sintomatología que presenta".
Chilet ha contado que entre ella y su pareja han establecido un sistema para racionar el tiempo que pierden en las redes: "Tenemos un límite de tiempo con un código que solo se sabe el otro. Cuando llegamos al límite tiempo que nos hemos puesto, se bloquea la aplicación", ha descrito la joven, quien también ha asegurado que tanto su tiempo personal como el de pareja ha mejorado notablemente después de esta decisión.
Algunos han comenzado a ser conscientes y a tomar medidas, pero muchos otros no. Los más jóvenes, además de haber crecido con una presencia muy importante de pantallas y dispositivos electrónicos, han desarrollado sus habilidades sociales y adaptativas en torno a las redes. "En las redes está su identidad, cómo se perciben, cómo se relacionan con los demás, y el hecho de estar en un grupo que les aprueba y les apoya. Tiene un valor mucho mayor que en los adultos", ha concretado García. La OMS, sin embargo, solo reconoce la adicción al juego y a los videojuegos como las únicas "adicciones sin sustancia" y sugiere utilizar el término “uso problemático” para referirnos a Internet y a las redes sociales.
La psicóloga ha insistido en la importancia de detectar las señales de una posible adicción a las redes sociales: " Si pasas muchas horas en ellas o pensando en ellas, si eres incapaz de dejarlo, si tienes ansiedad, nerviosismo o falta de atención, cuando estás en ellas, etc". "Con las adicciones el objetivo es cero, pero el problema de esta es que hay que aprender a usarla con moderación, y cuando alguien es adicto no tiene ese autocontrol", ha reflexionado también Chilet.
Entre todos los efectos, la experta ha destacado la tolerancia: "En un alcohólico vemos que cada vez necesita mas dosis para tener el mismo efecto, la gente que necesita la dopamina a través de las redes sociales también hace cada vez más uso de ellas".
"Me di cuenta de que no tenía ningún control sobre el tiempo que pasaba en Instagram"
La adicción a redes se comporta como cualquier dependencia: incapacidad para dejar de utilizarlas, ansiedad, nerviosismo o falta de atención son algunas de las señales de alerta
Este articulo es original de Laura Bermejo de la Flor. Periodista y guionista de 'Hoy por Hoy'. Escribo sobre temas sociales, humanos y culturales. Apasionada de la divulgación a través del audio y del vídeo. Me preocupan la cultura, la política social, la historia y el feminismo
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