Ejemplos prácticos de adolescencia tardía

'Luis es un chaval de 14 años que estudia 2º de ESO. La relación con sus padres es bastante buena, aunque como “buen adolescente” ya no quiere estar tanto tiempo con sus padres como cuando era un niño. A veces discuten con él por el tema de los horarios, o porque tiene su cuarto bastante desordenado. En los estudios no va mal, y aunque alguna vez ha suspendido alguna asignatura, va aprobando los cursos.
Todavía no sabe si estudiará Bachillerato o algún ciclo de formación profesional, pero tiene claro que le gustaría hacer algo relacionado
con los animales.

Este año ha empezado a salir de noche en algunas fiestas, y aunque siempre ha terminado discutiendo con sus padres por los horarios, al final los ha cumplido, y siempre ha llegado a casa sin ningún síntoma de haber consumido nada. El otro día les reconoció a sus padres que en la bajera en la que estuvo en fiestas con sus amigos unos chavales les ofrecieron alcohol y tabaco, pero les respondieron que pasaban de esas cosas.

CUANDO LAS COSAS PARECEN QUE MARCHAN BIEN. LUIS, 14 AÑOS:


¿Qué podríamos hacer como padres y madres?


~ Disfruta con tu hijo/a hasta donde te deje, comparte con él cuantas situaciones y momentos te sean posibles. Aunque ahora quiera estar menos contigo, valorará muchísimo tu disponibilidad. Si te es posible, comparte con él las comidas, pierde el tiempo charlando con él de cualquier cosa, o viendo la televisión. Si se mantienen abiertos estos canales de comunicación, obtendrás muchísima información relevante, de una forma natural.
~ Trata de mantener una cierta relación con las personas significativas en la vida de tus hijos, tales como sus amigos, los otros padres, o con los profesores del instituto, y establece el contacto con todos ellos con la mayor naturalidad posible. Interésate por lo que tu hijo hace en el instituto y en su tiempo libre, y ofrécele tu ayuda en lo que pudiera necesitar.
~ Aprovecha cualquier estímulo para hablar de las drogas o de la forma de divertirse (un programa de la tele, un comentario, una noticia...) y pregúntale su opinión, expresando la tuya como una opción personal (“a mí me parece que...”). Hay multitud de estímulos o situaciones que nos permiten abordar el tema del consumo de drogas de una forma absolutamente natural.
~ Exprésale cuáles son tus miedos, si los tienes, en relación con su vida, con sus momentos de ocio, con las drogas…, pero muéstrale confianza si es capaz de cumplir los acuerdos a los que llegáis y manifiesta signos de responsabilidad. No dudes en agradecerle abiertamente sus esfuerzos por teneros en cuenta.
~ Junto con tu pareja (si existe), estableced unas normas razonables y adecuadas a su edad, incluidas las que tienen que ver con las drogas. Mante- neos firmes en las que consideréis innegociables, y tratad de acordar con él aquellas en las que pue- da existir un cierto margen de negociación.
~ Exprésale tu confianza y subraya su capacidad de decidir por sí mismo en cuestiones que tienen que ver con su vida privada, lo cual no es incompatible con expresarle siempre tus opiniones y estimular que exprese las suyas.

 

CUANDO LA SITUACIÓN YA ES INSOSTENIBLE

 

Los padres de Carlos están muy preocupados por sus salidas nocturnas. Se va de casa los viernes por la tarde, y no llega hasta bien entrada la madrugada del sábado al domingo. Ya han tenido con él algún “encontronazo” por este motivo cuando han tratado de corregir esta costumbre. Alguna vez incluso han descubierto que les ha quitado dinero de la cartera antes de salir, pero tienen miedo a decirle nada porque suele ponerse muy agresivo, el otro día llegó incluso a zarandear a su madre. Últimamente tienen constancia también de que no acude a la escuela-taller a la que está apuntado, a pesar de que sale de casa todas las mañanas haciendo el “paripé”. Algún amigo les ha dicho que suele estar durmiendo o fumando porros en un garaje que tiene alquilado con un grupo de amigos. Hace unos días llegó a casa una multa por tenencia en la vía pública de unos gramos de hachís, y además está pendiente de una citación en el Juzgado con motivo de una denuncia que le pusieron por robo con intimidación a unos menores.


ASESORATE


Antes de hacer nada con tu hijo/a, acude a profesionales del Centro de Salud del municipio o del barrio en el que vivas. Os ayudarán a hacer un diagnóstico de la situación y hay programas dirigidos a adolescentes con problemas y a sus familias en los que podríais participar. Si fuera necesario, trasladarán el caso a servicios más específicos de Servicios Sociales y de Salud Mental. En caso de extrema necesidad, podría incluso establecerse una salida temporal del domicilio.

~ Muestra tu disponibilidad a tu hijo/a en todo momento, y tu cariño incondicional, pero hazle saber que lo que quieres es ayudarle, y que para ello él tiene que cumplir determinadas cosas (acudir a un centro, cumplir unos mínimos de respeto en casa...). Tú siempre estarás esperando y dispuesto a ayudar para cuando los cumpla.

~ Ten en cuenta que si tiene problemas serios con las drogas tratará de manipularte. Utilizará de forma habitual la mentira y probablemente incluso tratará de sacarte (o robarte) dinero. Salvo que tu integridad peligre, no le des nunca dinero, por mucho que te lo ruegue.

~ No te fíes de los milagros a corto plazo ni de las promesas constantes de que todo va a cambiar, especialmente cuando en el pasado todo quedó en buenas intenciones y en engaños constantes. Si ha iniciado un tratamiento y hay mejorías, celébralas con él, pero no le bajes el listón en ningún momento y mantente firme hasta su finalización.


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