Comunicación

La comunicación y su importancia


"PORQUE LO DIGO YO"


¿Se acuerdan de Mafalda? Empezamos analizando una de sus ilustraciones y es que tenía toda la razón cuando decía que a veces los argumentos de las mamás se caen por su propio peso. 
Hablemos un poco sobre el estilo educativo de los padres, que ha sido tema de conversación últimamente. Está claro que cómo nos relacionamos con nuestros hijos, nuestra actitud hacia ellos y la mezcla de amor y exigencia que les damos son claves para que su personalidad y autoestima se desarrollen de manera saludable.
No hay padres perfectos ni familias ideales, y alcanzar un equilibrio total en la crianza es complicado. Pero lo que sí sabemos es que hay modelos educativos que pueden ser perjudiciales y que pueden afectar no solo a nuestros hijos, sino también a nosotros como padres.
Hoy comenzamos un nuevo módulo que trata sobre la importancia de comunicarnos con nuestros hijos. Este es un tema complicado, pero es tan necesario como comer. Si no hay una buena comunicación, resolver los conflictos familiares se convierte en una verdadera batalla. 

A veces, los padres evitan hablar con sus hijos por miedo:

  • Miedo a equivocarse.
  • Miedo a dar demasiada información.
  • Miedo a no estar a la altura.
  • Miedo a que las cosas se salgan de control.

Estos miedos pueden generar angustia porque no sabemos lo que realmente piensan o necesitan nuestros hijos. Los chicos que crecen en familias donde se habla abiertamente sobre temas como la sexualidad, las adicciones y los riesgos suelen tomar mejores decisiones y se hacen responsables de sus acciones. Además, son más propensos a posponer comportamientos peligrosos.



Y LLEGARON LAS TEMIDAS RIÑAS



Es cierto que, por más que intentemos, las relaciones entre padres e hijos no siempre son perfectas. Pero hay que entender que estas riñas son parte del proceso. 
A través de las discusiones, nuestros hijos aprenden a resolver conflictos y a considerar los sentimientos de los demás.

 Veamos cuáles son las riñas más comunes que favorecen el conflicto en el núcleo familiar:

- Los conflictos entre hermanos en los hogares, especialmente cuando pasamos mucho tiempo juntos en vacaciones. La falta de rutinas, el aburrimiento o el cansancio facilitan que aparezcan los conflictos.

- En la adolescencia temprana, los conflictos suelen estar originados por aspectos de la vida cotidiana como las tareas del hogar (ejemplo “recoge tu habitación” o “ayuda a poner la mesa”), las amistades con las que se juntan, la vestimenta o los horarios de salida. Estas disputas se deben, sobre todo, a que los adolescentes piensan que sus padres están invadiendo su independencia con normas y pautas injustas y a su vez, los padres piensan que tienen el poder de establecer normas al respecto.

- Otro aspecto que justifica las relaciones conflictivas entre padres e hijos/as es que al pasar más tiempo con los amigos les lleva a ver otro tipo de vida y relación que la pueden desear para ellos mismo pero que no coinciden con la manera de educar de sus padres (ejemplo “pues a Miguel sus padres le dejan quedarse hasta las once de la noche”). 

 

ESTILOS COMUNICATIVOS

 

Existen diferentes estilos de comunicación, y el que elijas puede tener un impacto positivo o negativo en la relación con tus hijos. Aquí te dejo algunos:

ESTILO AUTORITARIO: Aquí, los padres ponen reglas estrictas y esperan que se sigan sin cuestionar. Este estilo puede llevar a que los hijos tengan problemas de autoestima y habilidades sociales, aunque a veces tengan buen rendimiento académico.
ESTILO PASIVO: Este estilo parece bueno porque los padres son tolerantes, pero a largo plazo puede causar problemas emocionales. Los hijos pueden tener bajo rendimiento académico y problemas de comportamiento.
ESTILO ASERTIVO: Este es el mejor estilo para criar a los hijos. Los padres son firmes pero también cariñosos. Establecen límites, pero consideran la opinión de sus hijos. Esto ayuda a que los jóvenes sean responsables y se sientan cómodos expresando sus ideas.

Según el médico psicoterapeuta Antonio Ríos existen tres maneras de comunicarse con los jóvenes: la comunicación afectiva, la efectiva y la superficial. El especialista comparte algunos consejos para mantener abierta la puerta de comunicación, como la escucha. "Si los hijos van a hablar con sus padres y estos le escuchan... vuelven", asegura Ríos. Además, explica alguna de las actitudes que presentan los adolescentes en las conversaciones. ¿Por qué a veces se ponen en modo pasivo? ¿Se puede lograr que los adolescentes cuenten todo? ¿Cuáles son las conversaciones que más les interesan? Antonio Ríos responde a estas y otras preguntas para tender la mano a familias y educadores en esta compleja etapa de la vida. 

 Antonio Ríos es médico psicoterapeuta especialista en familias, parejas y adolescentes, autor de ‘Adolescentes en casa, ¡5 años de trinchera!'. Es licenciado en Medicina por la Universidad de Alicante y doctor en Medicina y Cirugía por la Facultad de Medicina de Valencia en la unidad de psiquiatría. Ríos es también director y terapeuta clínico del Centro FAyPA, un espacio de orientación y terapia de familia y pareja en Alicante, España. Además, es docente en varios másteres de psicología e imparte talleres en escuelas de padres y madres.


CÓMO MEJORAR LA COMUNICACIÓN

 

Imagina que estás hablando con tu hijo adolescente y él o ella te escucha, sonríe y hay un ambiente de calidez. Suena idílico, ¿verdad? Pero esto puede pasar si sabes cómo hacerlo. Aquí van algunos consejos:

  • Respeta su privacidad: Si se va a su habitación, dale espacio. Si siente que respetas su espacio, será más probable que comparta cosas contigo en el futuro.
  • Sé un buen oyente: Aprovecha los momentos en que tu hijo quiera hablar. Escucha sin juzgar y deja que se exprese.
  • Aumenta su autonomía: Confía en su juicio y dale independencia. Esto incentivará que acuda a ti en busca de ayuda cuando lo necesite.Acepta sus sentimientos: Siempre que se expresen con respeto, claro.
  • Guarda secretos: Si te confía algo, respétalo. Esto construye confianza.
  • Evita gritar y culpar: Esto puede cerrar cualquier puerta a una conversación significativa.Haz preguntas abiertas: En lugar de acusar, plantea situaciones de forma más suave.
  • Aprovecha momentos casuales: Como cuando lo llevas en coche, para hablar de cualquier cosa.Desconéctate durante la cena: Apaga los teléfonos para que la atención esté en la conversación familiar.
  • Programa tiempo juntos: Haz actividades que les gusten y no los sorprendas con preguntas difíciles en momentos inoportunos.
  • Pide perdón cuando te equivoques: Esto muestra que eres humano y ayuda a construir una relación más cercana.
  • Interésate por sus gustos: Pregunta sobre sus amigos, música y hobbies. Comparte también tus intereses.
  • Habla antes de dormir: Un buen momento para charlar sobre el día.Escucha después de salir: Si llega de una fiesta, ofrécele algo y muéstrale que estás dispuesto a escuchar.

 

COMUNICARNOS DE MANERA EFICAZ

 

Os proponemos aquí un estilo de comunicaros con vuestros hijos e hijas que os ayudará a expresarles vuestro cariño y apoyo, a mejorar
su autoestima, y al mismo tiempo, a manteneros firmes frente a las normas y los límites que consideréis más importantes. Ahí van algunas recomendaciones:

› Trata de ofrecer siempre un modelo de Escucha: pregúntale antes de actuar y escucha atentamente y sin interrupciones sus opiniones y sus explicaciones.
› Cuando desees hablar con tu hijo/a de algo importante, elige el momento y el lugar más oportunos. Cuando hay tormenta y las emociones están “a flor de piel”, suele ser mejor esperar.
 Cuando estés en desacuerdo con su comportamiento y desees hacerle una crítica o solicitarle algún cambio, ten en cuenta que será más fácil que la tenga en cuenta si se dan estas condiciones:
~ Trata de centrarte en su comportamiento, y no en su personaDescribe aquello que no te gusta, y no utilices generalizaciones ni etiquetas.
~ Exprésale con claridad y sin rodeos cuáles son tus opiniones, tus necesidades, tus sentimientos y tus de- cisiones en relación con su comportamiento. Utiliza para ello los llamados “mensajes en primera persona”. Son más eficaces que los reproches o las amenazas.
~ Si acordasteis unos límites, mantente firme en su cumplimiento, y comunícale con serenidad, pero con firmeza tus decisiones al respecto. Recuerda las recomendaciones sobre las normas del apartado anterior.
~ Gritar o ponerte agresivo no mejorará el problema. Quizá logres algún cambio, pero te distanciará de tu hijo. Trata de utilizar siempre un tono de voz firme, pero sereno, de mostrarte relajado, y de tratar de reforzar con tu postura y con tu tono de voz lo que estás tratando de comunicar.
› A veces los chavales tienen dificultades para cambiar. Demostrarle a tu hijo/a que las tienes en cuenta y que te esfuerzas por ponerte en su lugar favorecerá una mejor aceptación del mensaje.
› Y sobre todo, ten en cuenta que los esfuerzos de tu hijo/a por hacer las cosas bien merecen tu aprobación y tu reconocimiento.  Agradécele abiertamente y con sinceridad cualquier signo de tener en cuenta tus opiniones y tus necesidades, y su esfuerzo por hacer las cosas bien.

Recuerda que lo que aquí te presentamos es un estilo, una forma más o menos estable de relacionarse con los hij@s y de hacer frente a los problemas. A veces, sin embargo, puede ser difícil mantener el autocontrol: a veces no nos lo ponen fácil, o nos traemos a casa otros problemas y “no está el horno para bollos”. Reaccionar de una forma algo agresiva (no violenta) o perder el control en algún momento concreto no te hará peor padre o madre, siempre que ese no sea tu estilo. Será además una oportunidad de oro para pedir perdón, acercarte a tu hij@, e incluso ganar autoridad.


¿CÓMO HABLAR CON TUS HIJOS DEL CONSUMO DE DROGAS?



Es probable que tengas múltiples conversaciones con tu hij@ adolescente sobre el uso de drogas.
Elige los momentos en los que es poco probable que os interrumpan, y  a ser posible dejar a un lado los teléfonos móviles. ¡Distracciones 0!
También es importante saber cuándo no debes tener una conversación, por ejemplo, cuando estás enojado con tu hij@ o no estás preparado para responder preguntas, cuando tu hij@ está borracho o drogado.

Para hablar con tu hij@ adolescente sobre las drogas, haz lo siguiente:

 

  • Evita los sermones. En su lugar, escucha las opiniones y preguntas de tu hij@ adolescente sobre las drogas. Asegúrale a tu hij@ adolescente que puede ser honesto contigo.
  • Evita las tácticas de intimidación. Esto se nos da bien a los progenitores no lo vamos a negar, pero no es muy efectivo. Mejor, enfatiza cómo el uso de drogas puede afectar a las cosas que son importantes para tu hij@ adolescente, como los deportes, la conducción, la salud y la apariencia.
  • Los medios de comunicación social, los programas de televisión, las películas y las canciones pueden "glamourizar" o "trivializar" el consumo de drogas. Hablen sobre lo que tu hij@ adolescente ve y oye, puesto que corremos el riesgo de "normalizar" conductas que no son apropiadas.
  • Piensa con tu hij@ adolescente en maneras de rechazar ofertas de drogas, "no me apetece", "mañana tengo partido de baloncesto" 
  • Plantéate  cómo responderás si tu hij@ adolescente te pregunta acerca de si consumiste drogas, los hij@s son impredecibles y puede ser una pregunta que te hagan. Si elegiste no consumir drogas, explícale por qué. Si consumiste drogas, dile lo que la experiencia te enseñó.


La comunicación activa y positiva con tu adolescente puede ayudarte a ganar su respeto y honestidad, incluso cuando no estén de acuerdo en todo. Evita juzgar y muestra un interés genuino en su vida. Si logras esto, tendrás una relación cercana y amistosa con tu hijo, que ya no es tan niño.

Algunas de nuestras formaciones

Copia de Caratulasparaclassonlive de Diego Calvo Merino

Añadir comentario

Comentarios

Todavía no hay comentarios