Activaci贸n conductual como terapia

Publicado el 19 de enero de 2025, 12:12

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¿De qué forma el ambiente condiciona el desarrollo de una persona? ¿Influye en las conductas saludables que pueda realizar? El término activación conductual, cuyo modelo original fue desarrollado por Jacobson, empieza a utilizarse por primera vez en 1990, como una descripción de los componentes conductuales en la terapia cognitiva. Aunque, inicialmente, ya se trató allá por la década de 1970 por Lewinsohn y sus colegas. Este componente de la terapia cognitivo conductual (que no enfoque cognitivo), ha acaparado una mayor atención en los últimos años debido a su potencial de ser una alternativa rentable a la terapia cognitiva en ciertos trastornos. Veamos por qué ser conscientes de cómo las señales ambientales influyen en la adquisición y el mantenimiento de los comportamientos es un elemento crucial en terapia.

¿Un elemento activador en terapia?

La activación conductual se puede definir como un enfoque psicoterapéutico que busca cambiar la forma en que una persona interactúa con su entorno. En otras palabras, aborda directamente las actividades que uno valora más. En este tipo de terapia, los tratamientos son colaborativos y se centran en el presente. Por otro lado, si bien muchas técnicas se incorporan al tratamiento, todas persiguen el autocontrol de un vínculo entre estado de ánimo y entorno y la programación de comportamientos nuevos o adaptativos para cumplir con los objetivos (Driessen et al., 2022).

Dos imprescindibles en la activación conductual

Con lo anterior, por ejemplo, una técnica básica en la activación conductual (además del autocontrol) es la programación de actividades. En ella, los individuos monitorean su estado de ánimo y actividades diarias de cara a aprender la conexión entre estas.

Posteriormente, los consultantes se centran en aumentar las actividades que se espera que resulten en una sensación de placer, dominio o logro. Esto les ayuda a identificar patrones en sus comportamientos, observar dónde y cómo sus horarios podrían incorporar más placer o significado. Además de percatarse de las conexiones entre la participación de la actividad y el estado de ánimo.

Para ello, el enfoque se se centra en trabajar con los participantes y así identificar sus valores y aquellas actividades que sean consistentes con dichos valores. A partir de eso, se les anima a reflexionar sobre el grado en que sus actividades actuales se alinean con sus valores, y a identificar y programar las actividades que son importantes para ellos. En consecuencia, al apoyar los procesos de autorregulación en relación con las actividades que son consistentes con los valores, hay mejoras en el compromiso con la vida.

Mecanismos de la terapia de activación conductual

Los mecanismos subyacentes a esta terapia son los siguientes: (i) las personas que sufren ciertas condiciones depresivas o de ansiedad experimentan evitación y disminución de la participación en actividades diarias; (ii) esto conduce a una reducción de las oportunidades donde podrían experimentar sensaciones placenteras; (iii) sienten que están abrumadas por las dificultades; (iv) el valor que ponen en sus vidas y en sí mismas se reduce; (v) prestan más atención a la información negativa; (vi) progresivamente, experimentarán más angustia; (vii) en esto, la terapia facilita actividades que los pacientes valoran y rompe este círculo vicioso; y (viii), así, se mejora la condición inicial y la calidad de vida (Hirayama et al., 2019).

¿Objetivos?

Hay que contar con que la base conceptual de la activación conductual descansaba en los principios simples de aprendizaje del comportamiento. Por tal motivo, a pesar de que, en sus inicios, la finalidad principal se centraba en aumentar el acceso de una persona a los estímulos de refuerzo positivo, hoy en día, también se incorporan otros fines.

Entre ellos, reducir la evitación, aumentar la atención plena y proporcionar una comprensión funcional-analítica de la relación entre el comportamiento y el estado de ánimo. De forma resumida, los objetivos son:

  1. Aumentar el acceso a refuerzos positivos de comportamientos saludables.
  2. Reducir los comportamientos de evitación que limitan el acceso al refuerzo positivo.
  3. Comprender y abordar las barreras haciendo uso de la activación (Uphoff et al., 2019).

Su principal nicho: La depresión

La terapia de activación conductual fue diseñada originalmente para tratar la depresión, y se puede usar con éxito sola, o junto con otras estrategias de comportamiento cognitivo. Además, también puede ser útil como complemento en el tratamiento de trastornos de ansiedad y en la gestión de problemas de adaptación a cambios significativos en la vida de una persona, entre otros.

En cuanto a la depresión, por ejemplo, se ha apreciado su eficacia en jóvenes que, en programas de intervención de activación conductual, destacan cómo el impulso para actuar les ha ayudado a mejorar el estado de ánimo y funcionamiento en todos los dominios. Informando que usan con frecuencia estrategias de comportamiento similares a dicho enfoque en su afrontamiento habitual (Malik et al., 2021).

Un enfoque multicomponente

Ahora, no hay que olvidar que la implicación de otras técnicas como la enseñanza de las habilidades de resolución de problemas, las redes sociales y el apoyo, pueden desempeñar un papel importante en la mejora del impacto. Cuyo fin radica en superar las barreras a la participación en la actividad, véase la baja motivación, falta de energía y los niveles de concentración.

Y es que, este enfoque también implica identificar los desafíos que pueden conllevar las actividades (es decir, los objetivos bloqueados), alentando, de esta forma, a buscar estrategias efectivas para seleccionar actividades consistentes con los valores alternativos e identificar los apoyos (por ejemplo, el apoyo social) necesarios para hacerlos alcanzables (Scott et al., 2022).

Conclusión

A pesar de todo, la síntesis de la evidencia parece indicar que no hay un número suficiente de estudios de buena calidad para establecer la verdadera potencia de las terapias de activación conductual. Uno de los posibles motivos es que muchos estudios que abordan la activación conductual lo hacen desde el tratamiento de la depresión, y estos tienden a tener tamaños de muestra pequeños y alguna metodología sesgada.

Aun así, la activación conductual proporciona un marco prometedor centrado en la persona que promueve el compromiso con la vida y el bienestar. ¿Por qué? Por el hecho de que se puede adaptar a las circunstancias únicas de las personas, su entrega no requiere un alto grado de experiencia clínica y sus principios de administración en procesos de autorregulación se reconocen como apoyo al desarrollo efectivo a lo largo de la vida.

Referencias bibliográficas

  • Driessen, E., Cohen, Z. D., Lorenzo-Luaces, L., Hollon, S. D., Richards, D. A., Dobson, K. S., Dimidjian, S., Delgadillo, J., Vázquez, F. L., McNamara, K., Horan, J. J., Gardner, P., Oei, T. P., Mehta, A. H. P., Twisk, J. W. R., Cristea, I. A. y Cuijpers, P. (2022). Efficacy and moderators of cognitive therapy versus behavioural activation for adults with depression: study protocol of a systematic review and meta-analysis of individual participant data. BJPsych open8(5), e154. https://doi.org/10.1192/bjo.2022.560

  • Hirayama, T., Ogawa, Y., Yanai, Y., Suzuki, S. y Shimizu, K. (2019). Behavioral activation therapy for depression and anxiety in cancer patients: A case series study. BioPsychoSocial Medicine13(1), 9. https://doi.org/10.1186/s13030-019-0151-6

  • Kanter, J., Puspitasari, A., Santos, M. y Nagy, G. (2012). Behavioural activation: History, evidence and promise. The British Journal of Psychiatry, 200(5), 361-363. Doi: 10.1192/bjp.bp.111.103390

  • Malik, K., Ibrahim, M., Bernstein, A., Venkatesh, R. K., Rai, T., Chorpita, B. y Patel, V. (2021). Behavioral Activation as an ‘active ingredient’ of interventions addressing depression and anxiety among young people: A systematic review and evidence synthesis. BMC Psychology9(1), 150. https://doi.org/10.1186/s40359-021-00655-x

  • Scott, J. E. T., Mazzucchelli, T. G., Luszcz, M. A., Walker, R. y Windsor, T. D. (2022). A behavioural activation intervention to increase engagement with life and wellbeing in older adults: Study protocol for a randomised controlled trial. BMC Psychology10(1), 288. https://doi.org/10.1186/s40359-022-00988-1

  • Uphoff, E., Ekers, D., Dawson, S., Richards, D. y Churchill, R. (2019). Behavioural activation therapies for depression in adults. The Cochrane Database of Systematic Reviews2019(4), CD013305. https://doi.org/10.1002/14651858.CD013305

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