Máxima preocupación por el nuevo perfil de los menores inmigrantes no acompañados que abarrotan los centros de acogida. Cada vez llegan más adictos a sustancias estupefacientes y presos de mafias que hacen prácticamente imposible su adaptación. Los servicios de atención a menores inmigrantes no acompañados de la Comunidad de Madrid están al 135%, según el gobierno regional. Una saturación a la que, desde el equipo de Ayuso, suman el hecho de que los perfiles de los menores han cambiado.

16 años, esta es la edad media de los menores no acompañados que llegan a Madrid, son mayoritariamente varones, que provienen del norte de África, aunque en los últimos años llegan muchos subsaharianos. No es lo único que ha cambiado: Los bajos de los camiones o las pateras son sustituidos por los aviones para la entrada ilegal en el país.

Para atender a los menores no acompañados con adicciones o problemas comportamentales la Comunidad tiene 26 plazas en el centro El Pinar. Llegar a España, a estos menores, les puede llegar a costar años, su camino empieza cuando son niños.

Muchos viven en la calle, máxima fragilidad, que les llevan a caer en las redes de las mafias. En algunos casos de forma irreversible.