Ludopatía

Publicado el 22 de junio de 2024, 16:51

EL JUEGO

NOTAS ACLARATORIAS:

  • La ludopatía es una enfermedad del cerebro.
  • Asistir a bingos, jugar a máquinas “tragaperras”, asistir a casinos no significa que se sea ludópta.
  • LA LABOR educativa DEBE SER:
  1. INFORMACIÓN (Analizamos los datos que disponemos)
  2. PREVENCIÓN (Analizamos los riesgos a los que nos exponemos)
  3. FORMACIÓN (Intervenimos si es necesario y colaboramos con el individuo y su problemática)
  • Hay que diferenciar el comportamiento adictivo de la adicción. (La adicción llega con el tiempo y la repetición continuada de un hábito. Intervienen muchos factores y no todos los que viven ese tipo de “ocio” acaban enfermando pero todos los enfermos lo son porque un día empezaron a vivir ese “ocio”
  • No podemos generar más alarmas si no es necesario, siempre hay tiempo
  • Debemos tener claro que un comportamiento equivocado no es una adiccción
  • En concreto la máquina tragaperra está diseñada para atraer al jugador. A través de euros o billetes en monedas, el jugador recibe estímulos sonoros (sonidos) y visuales (coloridos y temáticas) de la propia máquina que de vez en cuando premia (cuando gana un dinero) y castiga (cuando lo pierde) de forma muy rápida y creando una sensación de incertidumbre hacia el resultado final. Si se repite muchas veces esta acción el cerebro aprenderá y solicitará que se juegue aunque no se quiera
  • En el bingo se opera de forma similar aunque la estética del lugar cambia. Se siente uno en un contexto agradable y los premios son mayores, en este caso interactúa con un cartón que tacha los números que sales en pantalla para obtener premios inferiores (linea) o el mayor (bingo)

El primer paso en el tratamiento es aceptar que existe un problema

Los expertos consideran alarmante el repunte en el número de jóvenes adictos a las apuestas por internet.

Pilar García, psicóloga experta en ludopatía.

 

Con más de 13 años de experiencia, Pilar García López es psicóloga especializada en ludopatía. Fundadora y directora del Centro Avanza Psicología para el Desarrollo Personal, Pilar centra su trabajo en población adulta y adolescente, con formación especializada en coaching personal, inteligencia emocional y drogodependencias, entre otras.


-¿Ha cambiado el perfil del ludópata últimamente?


-En los últimos años se ha incrementado de forma significativa los casos de adicción al juego online con respecto el resto de las ludopatías y adicciones. Cada vez son más jóvenes los chavales que acceden a este tipo de webs con el fin de realizar diferentes apuestas. Hay estudios recientes que indican que el 8% de los jóvenes que acceden al juego online son menores de 14 años. Es una cuestión extremadamente preocupante.



-¿Cuándo deja de ser un juego para convertirse en un problema real?



-Para hablar de juego patológico tiene que estar presente una pérdida de control del comportamiento en relación con el juego. Para que esté pérdida de control se considere adicción tiene que darse en el comportamiento del jugador las siguientes variables: dependencia psicológica, tolerancia y síndrome de abstinencia.



-¿Y cómo se detecta que existe ese problema?


-Si conoces a alguien cercano o a ti mismo te ha ocurrido que has intentado dejar de jugar y no has sido capaz de lograrlo, has cogido dinero de otras personas para jugar o para pagar deudas, no te ha gustado las consecuencias que has obtenido al jugar y, aun así, sigues jugando es que hay un problema. Significa que has dejado de hacer otras actividades de ocio que antes realizabas para dedicarte casi en exclusividad en tu tiempo libre a jugar y cada vez estás más aislado.



-¿Existen factores que influyan o que hagan que algunas personas sean más vulnerables para convertirse en adictos?



-Sí, se puede hablar de la existencia de factores de vulnerabilidad o que puedan incrementar la probabilidad de caer en una adicción o bien de hacer frente con éxito a la misma. Señalamos factores individuales como la inmadurez, factores socioambientales como el grupo de amigos con los que se comparte tiempo e intereses y factores propios del objeto de la conducta adictiva como la expectativa de obtención de un dinero fácil y sin complicaciones.

 


-¿En qué consiste el tratamiento para las adicciones?

 


-El primer paso en el tratamiento es facilitar a la persona que acepte que tiene un problema adictivo. Esta es la base de todo tratamiento. Dependiendo de la gravedad del problema adictivo deberemos eliminar las fuentes de financiación de la que dispone la persona y retirar móviles y dispositivos que puedan dar acceso a internet. Conforme avance el tratamiento gradualmente se irán modificando estas condiciones restrictivas.

 

Estos son los ocho síntomas:

 

  1. No puedes parar: además del dinero, el jugador adicto es incapaz de dejar de dilapidar su tiempo. No se trata de elegir entre una y otra forma de ocio, sino de ser incapaz de levantarse de la mesa, virtual o real. Si tienes dudas, ponte a prueba a ti mismo y marca un límite, que puede ser una hora determinada o una cantidad de dinero. Si no puedes cumplir tus propias propuestas, mala señal. 
  2. Juegas con dinero que no puedes permitirte perder. Otra clave para el juego sano es apostar solo el dinero que tengas previsto gastar en esa actividad de ocio. Si empiezas a preocuparte porque una hipotética pérdida te causaría problemas, vas por el mal camino. El caso extremo es jugar con dinero prestado o romper el cerdito de tu hijo.
  3. No disfrutas con las apuestas. Pensar en gastarse unos euros en el juego debería ser igual que hacerlo en el cine, en un concierto, o en coleccionar maquetas de trenes. Si el juego es una vía de escape a tu vida miserable o a otros problemas, si tu actuación es compulsiva y no de ocio, también deberías recapitular.
  4. Sigues jugando para recuperar lo perdido. Es una de las peores opciones que existen, aunque es muy fácil incurrir en este error. ¿Por qué crees que va a cambiar tu suerte? Lo más fácil es caer en tilt, como dicen los jugadores de póquer, y empezar a cometer errores cada vez mayores que casi con toda seguridad aumentarán tus pérdidas aún más. Una de las señales de un gran jugador es saber levantarse a tiempo de una partida que no nos conviene.
  5. Cada vez juegas más dinero. No es el caso de los jugadores racionales (también los hay), quienes después de superar un nivel durante un tiempo pasan al siguiente, siempre con un respetuoso control de banca. Si la adrenalina que genera el juego te impulsa a jugar cada vez más dinero para seguir sintiendo lo mismo, es que te has convertido en un yonki del azar.
  6. Haces cualquier cosa para conseguir dinero para el juego. No hay que ser muy listo para saber que este es un síntoma extremo. Más allá de consideraciones morales y penales, robar, engañar y recurrir a cualquier tipo de crímenes para acabar jugándote el dinero no solo es una estupidez, sino que entrarás en un camino de muy difícil retorno.
  7. Antepones el juego a otras cosas importantes. El autoengaño puede alcanzar la maestría en algunos casos, pero si te pierdes la función escolar o incluso la boda de tu hija por hacer algo que está abierto las 24 horas del día está claro que tienes un problema grave. Peor aún es jugarse a la mujer, que, aunque parezca una exageración lo hemos visto no hace mucho.
  8. El juego afecta a tu carácter. Se pueden conseguir experiencias muy agradables con el juego, incluso sin necesidad de ganar. Un profesor de matemáticas me enseñó de joven que no hay que fiarse demasiado de alguien que no juega a nada (al tenis, al ajedrez, a apalabrados… a lo que sea). Saber disfrutar de ello te mejora por dentro y por fuera y te enseña a relacionarte, pero si ves que te estás convirtiendo en peor persona (los otros se darán cuenta mucho antes), deberías reconocer este síntoma lo antes posible y tomar medidas.
  9. La negación. La mayor dificultad para distinguir esta señal es que un no adicto también negará que lo es, al igual que el inocente tampoco reconoce el crimen que no ha cometido. En todo casi, casi nunca se le dice a alguien que es un ludópata cuando está lejos de llegar a serlo. Como suele decirse con el alcohol, si alguna vez te preguntas si estás bebiendo demasiado, probablemente es porque lo estás haciendo.
  10. Tendencias suicidas, escaso apego por la vida. Es quizá el último escalón y suele ir acompañado de fuertes deudas, por lo que nadie debería llegar tan lejos. La adicción al juego puede parecer menos grave que el alcoholismo o la drogodependencia, pero es la más relacionadas con los intentos de quitarse la vida.

Hay otros síntomas, pero la mayoría están relacionados con algunos de los citados.


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Ludopatia y apuntes
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