
Mecanismos de defensa utilizados por personas adictas para evitar la disonancia cognitiva
Las personas con adicciones suelen recurrir a diversos mecanismos de defensa para reducir el malestar psicológico que genera la disonancia cognitiva, es decir, el conflicto entre sus creencias y sus acciones. Estos mecanismos les permiten justificar o minimizar su conducta adictiva y evitar enfrentar la realidad de su problema. A continuación, se describen los más comunes:
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Racionalización
La racionalización consiste en crear explicaciones aparentemente lógicas para justificar el comportamiento adictivo. Por ejemplo:
- “Solo consumo para relajarme después de un día difícil.”
- “Es una droga blanda, no causa daño.”
Este mecanismo permite a la persona convencer tanto a sí misma como a los demás de que su conducta es aceptable[1][2].
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Negación
La negación implica rechazar la existencia del problema o minimizar su gravedad. La persona puede afirmar:
- “Yo no tengo un problema, puedo dejarlo cuando quiera.”
- “Mi consumo no afecta mi vida ni a los demás.”
Este mecanismo bloquea cualquier intento de confrontar la realidad y perpetúa el ciclo de la adicción 1][2].
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Evitación
La evitación consiste en eludir situaciones, conversaciones o personas que podrían confrontar al individuo con la realidad de su problema. Por ejemplo:
- Cambiar de tema cuando se habla sobre su consumo.
- Alejarse de familiares o amigos que expresan preocupación.
Este mecanismo protege al individuo del malestar emocional pero dificulta el reconocimiento del problema[3][4].
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Sesgo de confirmación
El sesgo de confirmación lleva a la persona a buscar información que respalde sus creencias y a ignorar o rechazar datos contradictorios. Por ejemplo:
- Solo prestar atención a estudios que minimizan los riesgos del consumo.
- Deslegitimar fuentes que advierten sobre los peligros de la adicción.
Esto refuerza las distorsiones cognitivas y evita que la persona enfrente evidencias claras sobre los efectos negativos de su conducta[3][1].
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Proyección
La proyección implica atribuir la responsabilidad del problema a factores externos o a otras personas. Ejemplos comunes incluyen:
- “Si mi pareja no fuera tan crítica, no tendría que beber.”
- “El estrés en el trabajo me obliga a consumir.”
Este mecanismo desvía la atención del propio comportamiento y evita asumir responsabilidad personal[2].
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Justificación moral
La persona puede justificar su conducta apelando a ideas como:
- “De algo hay que morir.”
- “Si está legalizado en algunos países, no puede ser tan malo.”
Este tipo de autojustificación busca aliviar el conflicto interno sin cambiar el comportamiento[2].
Impacto de estos mecanismos en la recuperación
Estos mecanismos dificultan enormemente el proceso de recuperación, ya que impiden que la persona reconozca la magnitud del problema y busque ayuda profesional. Para superar estos obstáculos, es fundamental trabajar en terapia psicológica, especialmente con enfoques como la terapia cognitivo-conductual, que ayuda a identificar y desafiar las distorsiones cognitivas[5].
En conclusión: Los mecanismos de defensa como la racionalización, negación, evitación y proyección son herramientas inconscientes utilizadas por las personas con adicciones para evitar enfrentar la disonancia cognitiva. Superarlos requiere un trabajo profundo de introspección y apoyo profesional.
Fuentes:
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https://psicologiaymente.com/drogas/como-funciona-autoengano-adicciones
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https://www.grupodoctoroliveros.com/la-disonancia-cognitiva-el-fundamento-del-autoengano/
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https://www.medicalnewstoday.com/articles/es/disonancia-cognitiva
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https://www.psicologiamadrid.es/la-evitacion-como-mecanismo-de-defensa-de-las-adicciones/